A Chuyia la casaron con 7 años, al poco tiempo su marido murió . Aunque obviamente no había hijos ella ya no se podría volver a casar. Las viudas en la India eran una casta aparte, retiradas en un ashram donde se las rapaba y ponía un hábito para ser reconocidas. Eran muertas en vida, una minoría silenciosa y sin futuro. Eran pobres, analfabetas y nadie a quien pedir ayuda. Se mantenían de la caridad o, como en esta historia, una de las viudas mantenía a todo el ashram al ser obligada a prostituirse con los brahmanes. Una historial brutal , un amor verdadero y la mezquindad de una regenta sucia e hipócrita hacen de esta película algo memorable. La fotografía es maravillosa y la banda sonora una delicia. De producción canadiense, dirigida por Deepa Mehta y rodada en Sri Lanka , es una obra sublime e imprescindible para entender como son otros mundos, otras gentes.
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