09 julio 2006

Ésta es mi casa




No cabe duda.
Ésta es mi casa
aquí sucedo,
aquí me engaño inmensamente.
Ésta es mi casa detenida en el tiempo.
Llega el otoño y me defiende,
la primavera y me condena.
Tengo millones de huéspedes
que ríen y comen, copulan y duermen,
juegan y piensan,
millones de huéspedes que se aburren
y tienen pesadillas
y ataques de nervios.
No cabe duda.
Ésta es mi casa.
Todos los perros y campanarios
pasan frente a ella.
Pero a mi casa la azotan los rayos
y un día se va a partir en dos.
Y yo no sabré dónde guarecerme
porque todas las puertas dan afuera del mundo.

Mario Benedetti

4 comentarios:

Real Academia Internacional de los Blogs dijo...

Y digama, la foto es la que te inspira, o primero escribes y luego busacas la imagen?
Jesús Valdivieso

Para los que votan

Mar Ruiz dijo...

Esto es como preguntar qué fue primero el huevo o la gallina. Depende...

Ali dijo...

Qué grande es Mario Benedetti...

Existencialista dijo...

Mira, señora de las estepas punjabíes, conocí a Benedetti en los Cursos de Verano del Escorial, en 2003. Compartía aquella tarde una charla-coloqui libre con Vázqiez Montalbán, y a ambos, en el estrado, les tocaba hablar del futuro de la política en Europa. Recuerdo abarrotado el auditorio del Euroforum. V Montalbán no paraba de hablar, de hacer asociaciones, de hacerse el erudito sesudo y charlatan. Todos estabamos esperando que acabase de hablar para que empezara Benedetti. Tomó la palabra y dijo tres o cuatro verdades simples, con su voz de niño, hablando en un imaginario poetico y real al mismo tiempo y luego callaba. V: Montalban retomaba la palabra y hablaba y hablaba, mientras Benedetti callaba y ponia sus ojos fijos en algun punto. Benedetti hablo a lo sumo de una charla de dos horas no más de 15 minutos, pero consiguió el silencio de los interpretes, el llamado quinto silencio: nadie hablaba y ni siquiera se oian as respiraciones. Aquel hombre no hablaba, parecia que esculpia el alma de las palabras con su voz dulce y joven. Fue una leccion de dulce laconismo, y, pese a la genialidad de V: Montalban, benedetti fue un heroe callado.