Una porción de mi propio ser se transforma, en Vida, en Espíritu inmortal y atrae por entero a la mente y demás sentidos antes varados en la materia. Cuando el Yo superior deja un cuerpo y pasa a otro nuevo se lleva consigo la mente y los sentidos, como del pensil recoge el viento los aromas.
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Inspirado desde el Bhagavad Gita